Juanmi Gutiérrez

Algunos lo llamaban Juanmi, otros Guti. Juanmi Gutiérrez era el alma de Zazpi T’erdi. Él fue el creador de nuestro nombre y suyas fueron las primeras películas que produjo “Zazpi T’erdi”.
Cinéfilo insaciable, cineasta generoso. No era difícil verlo, la gorra en la cabeza, el palo del monte en la mano y la cámara en el ojo. Observando la realidad de su entorno desde el visor de la cámara.

En 2019 Juanmi se nos fue, recién terminada su última película. Como Rosalía de Castro decía, a quién él tanto amaba:
“Triste é o cantar que cantamos,
mais ¿qué facer si outro mellor non hay?”

Afortunadamente, Juanmi nos ha dejado su filmografía, con su voz y su mirada. Mediante sus películas lo recordaremos, pero también conoceremos mejor nuestro mundo.

 

Todas sus películas se pueden ver aquí en abierto: juanmigutierrez.org

La carrera cinematográfica de Juanmi Gutiérrez comenzó en los años 70, junto a otros cineastas vascos contemporáneos que trabajaban en 8 mm. Anteriormente había estudiado cine en la escuela de cine INSAAS de Bruselas. Durante los años 70 y 80 dirigió varios cortometrajes y documentales. Entre ellos destacan “Viudas de vivos e mortos”, “Itxoiten”, “Arrano beltza”, “Xalbador, gaztain kormutsa”, o “Balantzatxoa”. Por aquel entonces trabajaba como locutor en Herri Irratia y pronto comenzó a trabajar en el servicio HABE del Gobierno Vasco, creando material audiovisual para la enseñanza en euskera. También participó en la iniciativa IKUSKA con el documental “Euskaldunberriak”. Con la surgimiento del cine digital, dejó de lado las cámaras analógicas y pasó a la dirección de documentales, siempre acompañado por su mujer Kany Peñalba. Hasta su muerte tuvo una prolífica labor en la creación documental, llegando casi a presentar una película por año. Destacan sus obras “Tabula rasa”, “Bozes lexanas”, “Isiltasun kalea”, “Angor”, “La plaza de la música”, “Ateak zabalduz” o “Paseko txoriak”. También escribió y tomó parte en investigaciones sobre la historia del cine vasco, como “Haritzaren negua: Ama lur y el País Vasco de los años 60”, “Sombras en la caverna: el tempo vasco en el cine”, “Mirando la vida que pasa”, “Cocinar de cine” y “Desde la frontera: el cine de Fernando Larruquert”.

“En la historia del cine vasco, pocos serán como Juan Miguel Gutiérrez: que fieles a ellos mismos, pasito a pasito, hayan construido su camino en el llamado séptimo arte. Lleva 40 años en la profesión sin hacer ruido ni alboroto, desarrollando su producción con firmeza. Si hay algo que ha caracterizado el trabajo de Gutiérrez, eso ha sido el humanismo que desde pequeño ha esculpido la personalidad del renteriano”.
Josemari Vélez de Mendizabal

Resumen filmografía

Juanmi, detective de lo imposible:
por medio de su mirada no se limitaba a ver,
por medio de su mirada entraba en la vida,
habitaba en ella.
Juanmi, detective de la utopía cotidiana
que significa vivir
y ser gente.
Recuerdo su voz, la escucho,
haciendo preguntas en el camino, escuchando a su vez,
ayudándome a ver a través de su mirada,
recordando con pasión lo que otros, atravesados por el tiempo,
han olvidado.
Nunca supe cómo, pero su forma de mirar a los demás
siempre me hacía verme a mi mismo,
encontrar Itaca en mi piel,
como un regalo que, aún abierto,
nunca deja de sorprenderme:
eskerrik asko, Juanmi,
por enseñarme a escuchar lo que miro,
por enseñarme a ver en los demás
el retrato de uno mismo.

Oier Guillan